Mi primera interacción con los libros.

En mi infancia nunca hubo muchas lecturas. Fue un poco extraño porque en mi cabeza siempre tenía la idea de que me gustaba leer pero en realidad no leía libros. Recuerdo que cuando recién había aprendido a leer, uno de mis tíos me dijo: Lee los espectaculares, anuncios, folletos, revistas, papeles, todo lo que tenga letras y practica todo lo que puedas. 

Eso es algo que se quedó en mi mente. Creo que a eso le llamaba yo leer. Pero me gustaba. 

Mi papá es un hombre muy culto. Es alguien que cuando platicas con él se nota que ha leído bastante. Su vocabulario es muy extenso y usa palabras que no se escuchan con frecuencia. Él siempre nos decía (a mis hermanos y a mí) que debíamos leer. Nos fomentaba ese hábito. Pero era raro porque nunca nos compraba libros. 

Cuando era pequeña pensaba que los libros sólo hablaban sobre historia y cosas científicas. Y, vamos, para una niña tan pequeña, esos temas no son de su interés, ¿Cierto? Bueno, un día en el centro comercial me topé con el libro de "La vuelta al mundo en 80 días" y se lo pedí a mi papá. Creo que aun en ese momento no estaba consciente de que ese libro contaba una historia donde había diálogos y personajes y lugares. En pocas palabras, no sabía que había todo un mundo allí dentro. Por supuesto que en ese momento no lo obtuve. Fue hasta tres meses después que por fin lo tuve en mis manos. 

Así que ahí lo tienen. En ese momento descubrí lo que era leer. Y, sobre todo, que leer era un mundo súper increíble y diferente a lo que yo pensaba. Pero, aún así, mi adolescencia tampoco estuvo llena de lecturas. Y eso era por lo lamentablemente caro que eran y siguen siendo los libros. 

Desde el 2013, me dediqué de lleno a los libros. Después, por cuestiones crueles de la vida, tuve un año sabático. Fue un tiempo confuso y triste porque realmente no sabía que sería de mí ni de mi futuro... Pero como les comentaba, me refugié mucho en la lectura y en eso se fue ese año. Experimenté muchas emociones y sensaciones que nunca imaginé  que las páginas tenían.

Es cierto que no he leído un montón como es debido pero les prometo que ya estoy trabajando en eso. 

Así que cuéntenme, ¿Cómo comenzó su amor por los libros? 

¡Gracias por leerme!